La pelvis, es uno de los segmentos corporales más importantes, es el centro de nuestro cuerpo y nexo entre la zona superior e inferior. Distribuye y redirige la fuerza generada por las piernas y traslada hacia abajo el peso ejercido por la zona superior
Por lo general, veo que los movimientos más complicados de hacer y entender son los realizados con la pelvis. Posiblemente sea debido a la cantidad de ligamentos, músculos, etc que la rodean y forman, que hacen complicado su visualización y movimiento. A esto habría que añadir que siguen existiendo tabúes y digamos condicionamientos sociales sobre esta parte de nuestro cuerpo, que hacen aflorar la vergüenza y nos dificulta su relajación para poder moverla con naturalidad.
Los dos movimientos mas importantes y que definen la curva lumbar de la columna son:
- Anteversión de la cadera: que es la acción de bascular la pelvis sobre nuestras piernas, sobre los fémures, hacia delante. Se produce un arqueamiento lumbar conocido como lordosis lumbar y se puede identificar fácilmente adoptando la posición de culo pollo.
- Retroversión de la cadera: que es cuando basculamos la pelvis hacia atrás, sobre los fémures. De esta forma desaparece la curvatura o lordosis de la zona lumbar.
Vamos a realizar estos dos movimientos de una forma muy sencilla.
En pié, con las rodillas un poquito dobladas, colocaremos nuestras manos a los costados de la pelvis, en la cresta ilíaca y de esta manera, podremos dirigir el movimiento.
Trataremos de realizarlo a continuación sin las manos y una vez que tenemos controlado el movimiento, podemos pegarnos de espaldas a la pared con los talones igualmente pegados y en esta posición trataremos de apoyar y despegar solamente la zona lumbar.
Este simple ejercicio no sólo nos proporcionará control sobre la zona pélvica, sino que a su vez nos estimulará los órganos internos y las articulaciones vertebrales.
Prueba a realizarlo en otras posiciones como tumbado boca arriba o sentado.
Como ocurre con cualquier otro ejercicio, no debes forzar ni llevar a extremos. Piensa que una presión mantenida o extrema sobre los discos intervertebrales, en esta caso sobre sus lados, podría pinzarlos y provocar una inflamación.
Realiza siempre cualquier timo de movimiento con precaución y prestando mucha atención a las sensaciones que te produzca.